atras
the garden review
Caminando triste y solo, con el paladar aún preñado por tu suavidad infinita,

pienso que a pesar de que te has ido vives dentro de mí.

Tu cuerpo espeso fue siempre imán de poesía falsa.

Como último homenaje te canto estas letras nostálgicas:

Tú me trajiste, fuiste tu quien entró en mi cuerpo condenándome al más común de los lugares;

en este hermoso sitio del que no se debe escribir, dejo mi pluma para siempre.

Tu dulce tacto me ha quitado todo y habiendo perdido el pudor que el orgullo impone,

me atrevo a decir que te amo, te amo, te amo. En este paraje viejo,

recuerdo como tu piel rojiza solía derretirse en mis dedos y sin mejor plan, me digno a gritarle al cielo tu nombre:
Helado de mamey.