Puede ser absurdo que mi meta en esto llamado vida sea ser feliz, pero no lo es ya que mis metas no se asemejan en lo más mínimo al acompañamiento que busco al despertarme cada día, y observar como se ha ido la mañana pensando donde estará todo aquello que perdí, haciendo un listado de los lugares en donde debí buscar y por causas del asqueroso destino no tuve oportunidad de ir, me he resignado a la ayuda banal que nunca llegó, y a aquellos que esperando algo a cambio no alzaron un dedo para decirme “ahí lo puedes encontrar”; ahora que decidí abrir aquel conflicto por el cual nunca salí por falta de valor, refugiándome debajo de la cama junto con todos mis monstruos y la soledad descubro que todo sigue siendo igual, aquel que me arruino la inocencia de niña paseándose por el parque sin siquiera ocultar la cara al verme, pavoneándose con la idea de que me quito algo con gran valor, esas cosas que ya no se pueden recuperar. Decido voltear atrás y nublarme la vista con malas experiencias, el interés que me quitaron por aprender y la razón por la cual la naturaleza y mi lápiz siguen siendo mis mejores amigos y aquellas pocas personas que decidieron agacharse para darse la idea de que es el sufrimiento se han ido con mis ganas de convivir, al parecer saber como llegar al final es un gran error si no hay proceso y por ende he terminado aquí, me han privado de la naturaleza y decidieron romper el lápiz, ahora que decidí salir podría pasar la vida caminando a la deriva de mis diseños sin saber si quiera que aquello existe o es real, podría morir sin descubrirlo y en la siguiente vida hacer lo mismo trotando mundos sin encontrarlo, sin embargo no quiero esperar, gastare el más fino calzado, llenare mi equipaje de recuerdos y me perderé en este océano de divinas probabilidades para que me nombren en la calle nómada porque no tengo hogar, que me nombren solitaria porque al acompañarme no te sorprendas si te abandono en la más bella vista o en el más lujoso hotel para volver a comenzar, ya que no dependeré de ti, no dependeré de nadie, pues he tenido más acompañantes de los que usted piensa y en vez de gastar mi tiempo encontrando lo que busco, lo malgasto encontrando todo aquello que no necesito más que experiencia que me vuelve una experta al darle placer, así que usted recuéstese mientras averiguo como arrancarle su inepto corazón y descubrir una vez más que sigue habiendo algo que no se si existe, que no se si va a durar, algo que me hará feliz y quizá haga a Oniria despertar.